FMI eleva pronóstico de crecimiento para México en 2023 y 2024
Recientemente, México recibió una visita oficial del personal del Fondo Monetario Internacional (FMI). Estas visitas se llevan a cabo en el marco de consultas periódicas, solicitudes de préstamos, programas supervisados por el personal y otras actividades de seguimiento económico. Las opiniones expresadas en la declaración correspondiente reflejan las perspectivas del personal del FMI y no necesariamente coinciden con las del directorio ejecutivo del FMI.
Preliminarmente, El FMI ha elevado sus proyecciones de crecimiento para México en 2023 y 2024, marcando un optimismo en la economía del país. El aumento del pronóstico, que ha pasado del 2.6% al sólido 3.2% para 2023 y del 1.5% al 2.1% para 2024, se basa en el rendimiento sólido de sectores clave como el consumo privado, los servicios, la construcción y la producción automotriz.
Este crecimiento constante resalta la posición sólida de México en la región de América del Norte, lo que se suma a la tendencia alcista de la economía en la zona. El FMI tiene previsto presentar una actualización global en sus proyecciones de crecimiento, conocida como ‘Perspectivas de la Economía Mundial’, durante las reuniones anuales en Marruecos la próxima semana.
El informe del FMI destaca que México está experimentando una expansión económica generalizada, con tasas de empleo históricamente altas y una capacidad de producción manufacturera sin precedentes. Además, el país está en una posición favorable para aprovechar las oportunidades de ‘nearshoring’ en las cadenas de suministro de los Estados Unidos debido a sus estrechas relaciones comerciales con su vecino del norte.
No obstante, el FMI advierte que aprovechar este potencial requerirá abordar desafíos estructurales de larga data en México y mantener políticas macroeconómicas prudentes. Esto incluye mejorar la inversión pública, fortalecer la gobernanza, ampliar el acceso a fuentes internas de financiación, promover la participación de la mujer en la fuerza laboral y avanzar hacia fuentes de energía más limpias.
En cuanto a los desafíos fiscales, el FMI señala que México enfrenta dificultades en los ingresos fiscales, con un déficit fiscal general proyectado del 3.9% del PIB en 2023, lo que representa un aumento de 0.5 puntos porcentuales en el déficit primario estructural. El presupuesto para 2024 se considera ‘excesivamente procíclico’, ya que prevé un aumento del gasto en pensiones, salarios y proyectos de inversión emblemáticos, lo que podría ejercer presión sobre los ingresos y resultar en un déficit proyectado del 5.4% del PIB. Esto podría estimular la demanda en un momento en que la economía ya opera cerca de su capacidad máxima y la inflación aún no ha alcanzado el objetivo del banco central, lo que podría llevar a un aumento de las tasas de interés, una apreciación de la moneda, un mayor endeudamiento en relación con el PIB y una desaceleración económica más gradual.
En resumen, si bien México está experimentando un aumento en sus perspectivas de crecimiento económico, enfrenta desafíos fiscales que deben ser abordados para garantizar un crecimiento sostenible y equitativo en el futuro. La gestión cuidadosa de estos desafíos será fundamental para capitalizar plenamente el potencial económico del país.