¿Qué es la Sección 232 que faculta al presidente de EUA a imponer aranceles?

La Sección 232 de la Ley de Expansión Comercial de 1962 es un instrumento jurídico que otorga al presidente de los Estados Unidos la facultad de imponer restricciones comerciales, como aranceles y cuotas, cuando las importaciones representen una amenaza para la seguridad nacional. Su uso ha generado controversia en diversas ocasiones, especialmente en la administración del presidente Donald Trump, quien la invocó para imponer aranceles a la importación de acero y aluminio de diversos países, incluyendo México.

El 12 de febrero de 2025, Trump anunció aranceles del 25% (adicionales a los vigentes) específicamente a ciertos aceros y aluminios mexicanos con base en la facultad que le otorga la referida Ley, los cuales entrarían en vigor el 12 de marzo de 2025.

A continuación, se explica en qué consiste esta ley, sus orígenes, objetivos e implicaciones de su implementación.

Contexto
La Sección 232 de la Ley de Expansión Comercial de 1962 es un instrumento jurídico que otorga al presidente de los Estados Unidos la facultad de imponer restricciones comerciales, como aranceles y cuotas, cuando las importaciones representen una amenaza para la seguridad nacional (United States Code, 2021). Su uso ha generado controversia en diversas ocasiones, especialmente en la administración del presidente Donald Trump, quien la invocó para imponer aranceles a la importación de acero y aluminio de diversos países, incluyendo México (Congressional Research Service, 2021).

Origen y objetivo de la Sección 232
La Ley de Expansión Comercial de 1962 fue promulgada durante la administración de John F. Kennedy con el objetivo de fortalecer la economía estadounidense a través de la liberalización del comercio internacional. Sin embargo, la Sección 232 de dicha ley incorporó una disposición específica para proteger la seguridad nacional, permitiendo al gobierno restringir ciertas importaciones que pudieran afectar negativamente la capacidad productiva de industrias clave para la defensa y el desarrollo económico del país (Office of the United States Trade Representative, 2021).

Bajo esta disposición, el Departamento de Comercio de los Estados Unidos es el encargado de evaluar el impacto de ciertas importaciones en la seguridad nacional. Si se determina que existe una amenaza, el presidente tiene la facultad de imponer medidas correctivas sin necesidad de aprobación del Congreso.

Usos y alcances de la Sección 232
A lo largo de los años, la Sección 232 ha sido utilizada en diversas ocasiones, aunque su aplicación ha sido relativamente limitada debido a su naturaleza excepcional. Algunos de los casos más relevantes incluyen:

1. • En la década de 1970, fue utilizada para investigar la dependencia de Estados Unidos en la importación de petróleo, lo que resultó en restricciones a la compra de crudo extranjero.
   • En los años 80 y 90, se realizaron investigaciones sobre la importación de ciertos minerales estratégicos.
   • En 2018, el presidente Donald Trump utilizó esta disposición para imponer aranceles a la importación de acero y aluminio (World Trade Organization, 2018).

El alcance de la Sección 232 se extiende más allá del sector estrictamente militar. En la actualidad, el concepto de ‘seguridad nacional’ se ha ampliado para incluir consideraciones económicas y de infraestructura, lo que permite a la administración en turno tomar medidas proteccionistas bajo esta justificación.

Aplicación de la Sección 232 por parte del presidente Trump
En 2018, la administración de Donald Trump implementó aranceles del 25% al acero y del 10% al aluminio importado de varios países, justificándolos bajo la Sección 232 (Congressional Research Service, 2021). El argumento principal fue que la creciente dependencia de Estados Unidos en la importación de estos metales debilitaba la industria nacional y ponía en riesgo la seguridad del país.

México, siendo uno de los principales exportadores de acero y aluminio a Estados Unidos, se vio directamente afectado por esta medida. A pesar de que ambos países habían renovado su relación comercial con la firma del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), los aranceles impuestos bajo la Sección 232 generaron tensiones diplomáticas y comerciales. México, cuarto proveedor de acero a EE.UU., enfrentó pérdidas estimadas en $3,000 millones anuales

Controversias internacionales y tratados violados
El uso de la Sección 232 ha sido objeto de impugnaciones legales tanto en Estados Unidos como a nivel internacional. Varios países han cuestionado su legalidad argumentando que viola normas del comercio internacional, en particular:

1. • Organización Mundial del Comercio (OMC): En 2018, la Unión Europea, China, Canadá y México presentaron quejas ante la OMC argumentando que los aranceles violaban el principio de no discriminación y que la justificación de ‘seguridad nacional’ era utilizada de manera arbitraria (World Trade Organization, 2018).
   • Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN): Se argumentó que la imposición de estos aranceles contradecía compromisos previos en materia de comercio libre.
   • T-MEC: A pesar de la renegociación del TLCAN, México y Canadá argumentaron que la imposición de aranceles violaba el espíritu del acuerdo (Office of the United States Trade Representative, 2021).

Implicaciones económicas y respuestas
Estudios del Peterson Institute for International Economics (2019) indicaron que los aranceles de 2018 salvaron 26,000 empleos en la siderurgia, pero costaron 75,000 puestos en sectores dependientes de metales, como automotriz y construcción. México respondió con retaliaciones simétricas a productos agrícolas estadounidenses, aunque evitó una guerra comercial tras negociaciones bilaterales (BBC, 2019).

El escenario de 2025: ¿Un precedente peligroso?
El anuncio hipotético de aranceles en 2025 refleja la vigencia de la Sección 232 como herramienta geoeconómica. Expertos advierten que su uso recurrente podría erosionar la confianza en acuerdos como el T-MEC y fomentar prácticas similares en otras naciones (Hufbauer & Jung, 2023).